Hay muchas cosas raras de Alemania que sorprenden a los extranjeros cuando vienen por primera vez. Hoy os contamos cinco cosas de las muchas que aún hay, para que conozcáis más acerca de las curiosidades y peculiaridades de la cultura alemana.
¡Qué tranquilidad y qué silencio!

Aunque las calles o plazas estén llenas de gente, reina el silencio y la tranquilidad. Los alemanes son bastante silenciosos, no suelen gritar ni hablar en voz alta. De hecho, son bastante estrictos con los ruidos.
Esto no es de ahora, sino que hace 40 años se introdujeron las primeras leyes contra el ruido. De hecho algunas siguen vigentes, los domingos está terminantemente prohibido hacer ruido. Así que nada de aprovechar ese día para limpiar con aspiradores ruidosos o colgar cuadros.
Contando esto, no es de extrañar que fuera un alemán bajo la marca Ohropax el primero que empezó a comercializar los tapones para los oídos…
Beber y comprar tabaco en la calle

Sí, esto es una cosa que sorprende mucho a los que visitan Alemania y sobretodo Múnich que la cerveza es un bien cultural.
A diferencia de España, se permite comprar alcohol a cualquier hora de la noche y se puede tomar por la calle. El “botellón” para que nos entendamos, está permitido, aunque con el frío que hace por estos lares no es algo que se practique mucho.
Respecto a lo segundo, sí, se puede comprar tabaco por la calle. Si caminas por Alemania te encontrarás unas máquinas de tabaco para comprar fácilmente cigarrillos. Deberás introducir tu pasaporte o permiso de conducir para certificar que eres mayor de edad (18 años). Puedes comprar con tarjeta de crédito o efectivo. Pero no todo son facilidades, hay un “pero”. Las máquinas solo aceptan documentación alemana, es decir, no podrás comprar tabaco con tu DNI o pasaporte español. Esta sin duda, es una de las cosas más extrañas de Alemania que sorprenden a los turistas.
¿Hay límite de velocidad?

Sí y no. Mucha gente cuando viene a Alemania se sorprende de los cochazos que por aquí circulan y de la velocidad que pueden alcanzar.
En ciudad sí que hay límite de velocidad que suele estar entre 30 y 60 km/hora aproximadamente. En las carreteras comarcales el máximo permitido es 100 km/hora, a no ser que una señal indique una velocidad máxima inferior. En la Autobahn (autopista) la cosa cambia, en algunos tramos de carreta encontraremos carteles luminosos que se encienden y apagan, indicando la velocidad que debes seguir según: tráfico, clima, accidentes…etc. Si no se especifica mediante señales fijas o luminosas, es que no hay límite.
Pese a la libertad para decidir cuánto de rápido quieres circular, se aplica la regla general que indica que se debe conducir por el carril lo más a la derecha posible. A no ser que exista un motivo como adelantar, permitir la incorporación a otros vehículos, tomar una salida, etc. Después de todo, no es tan extraño conducir a 200 km/hora y ser adelantado.
¿El metro es gratis?

Rotundamente, no. Aunque parezca mentira, mucha gente piensa que el metro es gratuito en Alemania y es que, nos confunde la fisionomía de las estaciones.
Normalmente estamos acostumbrados a comprar el ticket y meterlo en una maquinita con unos barrotes. Una vez validado el ticket, los barrotes giran y así puedes pasar. Esto en el país teutón no existe, no existen tornos, ni barrotes, ni barrera alguna en las estaciones del metro. Sin duda, es una rareza más de Alemania.
Los alemanes confían en que comprarás tu billete y que subirás al metro legalmente. También lo hacen por agilizar el paso al metro, en hora punta se podrían formar tapones innecesarios de gente en los barrotes. El control de que hayas comprado el billete, lo hacen los controladores del metro. Si un controlador te pilla sin el billete, deberás pagar 60€ de multa.
Son “Hundefreunde” (amantes de los perros)

¡Aman los perros! Esto es una cosa que también sorprende mucho a los que viajan a Alemania. Los perros son bastante respetados y preciados en el país germano. Pueden entrar a los bares, restaurantes, tiendas de ropa, jardines, transporte público…etc. Es muy común también que en los locales, tengan baldes de agua o comida para ofrecer al can.
Sorprende también lo bien educados que están, y es que existen escuelas para perros. Si por lo que sea tu compañero canino no es muy formal o no se comporta del todo bien, deberá ir a una de estas escuelas. Para que los perros puedan entrar a los locales y demás lugares, deben estar bien enseñados y deben saber comportarse.
Conócenos:
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